Columna semanal Diario Cambio: Dra. Cecilia Eguiluz
“Comenzó la temporada….”
Una de las preocupaciones políticas de la agrupación “Éxodo del S. XXI” de Cabildo Abierto, refiere a la definición de los ejes de desarrollo departamental.
Percibimos que falta definición de políticas de estado claras en varios de estos ejes y, en definitiva, eso termina conspirando por la competitividad de Salto con sus vecinos.
Es evidente que en un mundo globalizado como el nuestro, donde hay que esforzarse por “estar en el mapa”, las estrategias y políticas deben ser precisas con una ejecución eficiente, pues eso marcará la diferencia entre el éxito o el fracaso. Y dentro de los principales ejes de desarrollo de nuestro departamento de Salto, hoy me voy a referir al turismo.
Por un lado debo decir que siento profunda admiración por quienes definieron a Salto como destino turístico hace varias décadas, quienes tuvieron la visión y forjaron desde lo político y empresarial este destino, trabajando e invirtiendo en emprendimientos empresariales y/o familiares.
El boom de la hotelería, gastronomía, centros termales y parques acuáticos tiene ya algunas décadas, pero de un tiempo a esta parte, existe una sensación de estancamiento. Está claro que el origen del turismo salteño es termal, es el producto que vendemos al cual se le agregan otras opciones, pero lamentablemente las políticas en turismo han ido conspirando con el propio desarrollo del destino. Hace unos años, se estampo el sello “Salto turismo todo el año”, lo cual de alguna manera hacía mantener la estacionalidad, luego se logró con Paysandú instalar el “Destino Termas” lo cual garantizaba promocionar y desarrollar todas las termas del litoral uruguayo, pero además facilitaba la presencia en los “buscadores” en línea, que es el sistema que se usa en el mundo para localizar destinos turísticos.
Hace unos años, por decisiones políticas, a mi entender erróneas, se resuelve cambiar el “destino termas” por “Corredor de los pájaros pintados”, o sea borraron la palabra termas, cuando en realidad nuestro producto principal no es el avistamiento de aves, algo que puede confundirse con el folklórico título que le pusieron a nuestra zona.
Quitar la palabra termas, de un destino que es termal, parece al menos desafortunado, sabiendo además que cualquier persona que quiera vacacionar en termas recurrirá a un buscador de internet a ver las opciones que tiene. Además de esto debemos ser conscientes que, en el correr de estos últimos 20 años el litoral argentino se ha transformado en un fuerte competidor del destino termal, apareciendo sus opciones en los primeros lugares de cualquier buscador en línea. Sumado a esto, debemos decir que incluso Río Grande Do Sul en Brasil ha incursionado en el turismo termal, con instalaciones que sin duda retendrán en su frontera a turistas brasileños que busquen destinos termales. Para suma de inconvenientes, durante la pandemia del Covid 19 los centros termales permanecieron cerrados, generando grandes pérdidas, de hecho algunos no han vuelto a abrir. Finaliza la pandemia y nos topamos con una devaluación de la moneda en Argentina que tiene en jaque a nuestro destino termal desde hace un año. La diferencia de precios llega a ser de 3 a 1. Este tema lo hemos hablado con varios operadores que sin duda tienen una gran preocupación, en este sentido debería haber intervención rápida del Estado para mejorar las condiciones de competitividad. Sabemos que a través del BROU se está instrumentando nuevamente un sistema de bonificaciones a los clientes, lo cual sin dudas será bienvenido, pero está claro que se necesitan políticas urgentes de subsidio, beneficios tributarios o de tarifas, a efectos de bajar costos y lograr ofertas atractivas para que vuelvan los visitantes y que se puedan sostener los puestos de trabajo que genera el sector.
Este no es un tema solamente de los empresarios, sino de políticas públicas departamentales y nacionales necesarias y urgentes que nos vuelvan a poner en el mapa, como un destino atractivo y sobre todo competitivo. Y de fondo es un tema de política de estado y de definición de eje departamental de desarrollo que establezca con claridad “hacia dónde vamos”.