Por Cecilia Eguiluz
Para Diario Cambio de Salto
Jueves, 10 de agosto de 2023
El endeudamiento de las familias uruguayas es un problema que fue escuchando Guido Manini Ríos de las personas que concurrirán a sus reuniones a lo largo y ancho del país en la campaña electoral del año 2019. Por eso es que, al principio de ésta legislatura presenta el proyecto de Ley de “Reestructura de las deudas de las personas físicas” en el Senado.
Esa iniciativa no fue acompañada por el Frente Amplio, ni el Partido Nacional, ni el Partido Colorado. Pasaron casi 3 años en los que la mayoría del sistema político eligió negar el problema, incluso cuando empezaron a surgir números incontestables, como el de un millón de personas en el Clearing y los 700 mil deudores irrecuperables, optaron por mirar para el costado.
Como los números no mienten, y estamos hablando del 35% de la población nuestro país, el resto del sistema político no tuvo más remedio que reconocer que había un problema real que ya no podían evitar tan alegremente, tal es así que lo votan favorablemente en Comisión del Senado pero lo hacen naufragar en el Plenario para que volviera a Comisión. No es necesario ser legislador para darse cuenta que “volverlo a Comisión” implica lisa y llanamente encajonarlo.
Cabildo Abierto fue el único partido político que puso en la agenda este tema, y lo dejaron solo, pero en lugar de quedarse quieto duplicó la apuesta y presentó otro proyecto de Ley ambicioso buscando soluciones. El gran mérito de Cabildo Abierto es haber visibilizado el angustiante problema que viven cientos de miles de uruguayos y continuar insistiendo; es el único del sistema político que somete a discusión los temas que los otros Partidos consideran “circunstanciales” o “intrascendentes”.
Es el que dice esto está mal, los intereses de ciento y pico por ciento son demasiado y más aún teniendo en cuenta que el Presidente del Banco Central el día de ayer declaró que en Uruguay la inflación real es del 4.5%.
Hay que buscar una forma de que la gente pueda pagar y vuelva al sistema financiero formal.
Por este motivo es que comenzamos a transitar el camino hacia el Plebiscito, una iniciativa popular para que la gente reforme la Constitución, en definitiva para que se cumpla, o sea para que se prohíba la usura en los hechos.
¿Y ahora qué está pasando? Resulta que el sistema político hace silencio, no emiten opinión, incluso algunos han dicho que están en contra de que se realice un Plebiscito. Otros dicen que hay que buscar otras soluciones y nos preguntamos ¿por qué no las buscaron antes? ¿por qué jamás pusieron este tema en sus agendas? ¿por qué durante tres años no votaron, o modificaron, o presentaron proyectos de ley alternativos a lo que se estaba analizando?
Ahora el Pueblo tiene la palabra, cada uno con su firma hará de legislador, sustituyendo a quienes piensan mucho y hacen poco en este tema.
A partir de ahora es el ciudadano el que tiene “la sartén por el mango” o en este caso, mejor dicho, la lapicera en la mano y, estar en contra del Plebiscito es estar en contra de la gente.
La recolección de firmas para la reforma constitucional “contra la usura y por una deuda justa” es una acción positiva a favor de la gente, no para proteger intereses económicos y políticos, por eso los invitamos a todos a ser parte de ella.
Puede saber más sobre por qué firmamos haciendo click en el siguiente enlace: https://exodo-xxi.ca/por-que-juntaremos-firmas/
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